Cómo mantener y limpiar un Hammam o baño turco
Artículo revisado por el Comité
Consejos para mantener la limpieza de un Hammam y evitar moho y bacterias

Desde hace miles de años se conoce que el Hammam o baño de vapor es beneficioso para nuestro cuerpo. Además del relax que nos proporciona, también es bueno para nuestra piel y poros, elimina toxinas y calma dolores musculares. Pero para obtener todas estas ventajas del baño turco sin poner en riesgo nuestra salud, hemos de controlar su mantenimiento ya que el entorno húmedo y las elevadas temperaturas contribuyen a la formación de moho y otras bacterias. Veamos cuáles son las medidas que debemos tomar para evitarlo.
Cada día son más las personas que se suman a la moda de tener un hammam o baño turco en casa. Gracias a su tamaño relativamente pequeño – el modelo más solicitado es el de cabina de vapor- puede encajar en muchos baños de casas, o incluso, pisos particulares. Simplemente se necesita un generador que produzca el vapor para llegar a los 50ª necesarios para el correcto funcionamiento del hammam.
El material más común para un hammam, o baño turco, son las baldosas. Un tipo de losa que mantiene el brillo durante años si se limpian habitualmente. Pese a que el objetivo del hammam es llegar a altas temperaturas que sabemos que son provechosas - durante un tiempo determinado - para nuestro cuerpo, el ambiente húmedo y caluroso propicia la aparición de bacterias y moho. Para ello, además de mantener una buena higiene del lugar, hay que vigilar las rupturas y grietas que puedan surgir en las baldosas porque son justo esos quiebros donde más se acumulan los virus. Es importante utilizar algún utensilio que llegue bien en las juntas con un cepillo de dientes o una esponja que se pueda moldear, por ejemplo.
Es recomendable utilizar los productos recomendados por los propios fabricantes de Hammam para su limpieza. Existen algunos especialmente diseñados para este tipo de ambientes que son, por lo general, detergentes suaves para baños de vapor. También existen maneras naturales de limpiar el baño turco con productos tales como el vinagre blanco, preferiblemente mezclado con aceites esenciales para suavizar su desagradable olor.
Además, algunos modelos de baños turcos contienen una opción de limpieza automática de vapor que limpia y desinfecta la cabina después de su uso. Un aspersor hace las funciones, esparciendo un desinfectante y luego aclarando varias veces con agua. Aun así no se pueden descuidar los espacios más escondidos, por lo que igualmente se requerirá de una limpieza manual, aunque en menor medida. Como añadido, algunos fabricantes ofrecen contratos de mantenimiento que garantizan un control constante de la sala de vapor. Con este tipo de contratación, las partes desgastadas o rotas son cambiadas y reemplazadas.
La importancia del mantenimiento del generador de vapor
Además del mantenimiento de la cabina, se ha de revisar periódicamente el estado generador de vapor. Se ha de tener en cuenta que el generador tiene que ubicarse en un lugar seco y ventilado para evitar su deterioro. También, es recomendable instalar un ablandador de agua que es un aparato que trata químicamente el agua para reducir el contenido de sales minerales y sus incrustaciones en tuberías y depósitos de agua.