Desinfección del agua de la piscina con radiación uv-c
Artículo revisado por el Comité
El sistema UV-C reduce el nivel de cloraminas gracias a unas lámparas que, a una determinada potencia, contribuyen a la rotura de éstas y a su posterior reproducción.

La ventaja que tiene este método es que es el único que combate las cloraminas, que son un compuesto que se forma entre los desinfectantes y el cloro. Este componente puede producir irritación de ojos, rojeces en la piel y otro tipo de síntomas perjudiciales para el cuerpo del ser humano.
El sistema UV-C reduce el nivel de cloraminas gracias a unas lámparas que, a una determinada potencia, contribuyen a la rotura de éstas y a su posterior reproducción. Los rayos de este tipo de técnica se encuentran en una longitud de onda apta para destruir microorganismos como bacterias, moho, virus,...que se puedan encontrar en piscinas. Estas radiaciones penetran en el ADN de los virus alterando el metabolismo de sus células y evitando así su réplica.
Además, también supone un ahorro económico ya que al reducir la cloramina no hay que renovar tanto el agua, y eso contribuye a la economización de hasta el 50% de cloro químico. Por otra parte, también implica un mejor cuidado y durabilidad de los componentes de la piscina tales como telas de protección o azulejos.
Obviamente, la desinfección es un proceso obligatorio en el cuidado de la piscina y el uso del sistema UV-C se está generalizando día a día, gracias a ser un procedimiento seguro, exento de productos químicos y eficaz.
La implementación de este método de desinfección es sencilla y rápida. El reactor de UV se inyecta a través de una bomba de medición de acuerdo a la temperatura del agua y, así, elimina cualquier tipo de bacterias que pudieran ser perjudiciales para los bañistas.