Las piscinas prefabricadas constituyen una excelente opción para aquellos usuarios que cuentan con jardín y quieren disfrutar de una piscina sin sufrir los inconvenientes que conlleva toda obra.
Pueden realizarse en poliéster o fibra de vidrio, y podemos elegir entre distintos acabados y calidades. A diferencia de las piscinas de obra, su instalación es mucho más rápida y, por consiguiente, también más barata. Además, podemos trasladarla a otro lugar si decidimos cambiar de domicilio, posibilidades que la piscina de obra no permite.
Existe gran variedad de tamaños y formas que podemos adaptar al espacio que tengamos, aunque las de obra siguen siendo, a día de hoy, las más versátiles, ya que, al construirse a medida, se acoplan perfectamente a cualquier espacio, ya sea interior o exterior.
Como hemos comentado, la ventaja más destacada de este tipo de piscinas es su precio, ya que suele oscilar entre los 5000 y los 10000 euros. En la mayoría de empresas especializadas en piscinas prefabricadas este precio incluye la excavación del espacio que acogerá la piscina prefabricada, el propio vaso y la depuradora. Por ello, actualmente son una elección muy demandada.
Mantenimiento de piscinas prefabricadas
El mantenimiento de este tipo de piscinas es similar al que debemos realizar si tenemos una piscina de obra. Es menester que mantengamos limpias las paredes de la piscina, así como los skimers, la bomba, el filtro, etc. Asimismo, debemos mantener controlados los niveles de cloro y pH del agua, y aplicar tratamientos de algicidas para impedir la aparición de hongos, bacterias y algas que ensucien y enturbien el agua.
Es, quizá, el agua turbia uno de los mayores problemas a los que tienen que hacer frente los usuarios que tienen piscinas. Y es que ello es síntoma de que el agua no está lo suficientemente desinfectada como para permitir su disfrute. El baño en estas condiciones no es seguro. Por eso, hay que tomar medidas rápidas para conseguir que el agua se vuelva transparente y saludable de nuevo.
En la mayoría de los casos, el problema está en el nivel de cloro, que es bajo, lo que ocasiona que este compuesto no haga correctamente su función. Por ello, tendremos que medirlo y regularlo para que sea el correcto, normalmente entre 0,5 mg/l y 1,5 mg/l. Asimismo será imprescindible que también regulemos el nivel del pH de la piscina, que tiene que estar comprendido entre 7,2 y 7,6 para la correcta desinfección del agua.
Igualmente será conveniente que limpiemos el filtro para evitar que las partículas de suciedad pasen de nuevo al agua, así como los skimers. De manera general, es conveniente que cambiemos la arena o el vidrio cada 5 o 6 años, aunque todo dependerá de los tratamientos químicos que empleemos en nuestra piscina.
Por último, no nos podemos olvidar de hacer uso de un limpiafondos para mantener limpio el fondo y las paredes de nuestra piscina. De este modo, mantendremos a raya la suciedad del agua y esta estará perfectamente desinfectada y transparente, por lo que podremos bañarnos sin problemas.