Las piscinas de bordes infinitos se diferencian de las otras tipologías existentes por la presencia de un canal que rodea prácticamente todo el perímetro de la piscina con el fin de recoger el agua que debe ser filtrada.
El agua que desborda en este canal se traslada hacia una pileta de compensación que siempre mantiene un nivel de líquido constante dentro de la piscina. Posteriormente, se absorbe el agua y ésta pasa por el filtro para volver a ser introducida en la piscina a través de los respiraderos de entrada. Siguiendo este proceso se garantiza una óptima recirculación del agua y una eficaz y veloz eliminación de la suciedad dentro de la pileta.
Con un sinfín de formas y materiales, las piscinas con bordes infinitos ofrecen una gran variabilidad de personalización, pudiendo incluso ser escogido el tipo de infinito que deseamos. Este amplio abanico de soluciones constituye la respuesta del sector empresarial acuático a un mercado cada vez más atento a la estética.
Representa la tipología más simple de piscina con bordes infinitos.
Esta tecnología incorpora un largo conducto alrededor de todo el perímetro de la pileta, en el que el agua desborda cuando llega al filo de la pavimentación exterior. Este canal de recolección de agua puede ser cubierto con materiales de fuerte impacto estético, como por ejemplo los guijarros o las clásicas cuadrículas de plástico, piedra o acero. Tanto los sistemas de iluminación como los nuevos materiales utilizados para la cobertura de este tipo de cuadrículas convierten a este tipo de infinitos en diseños muy actuales.
Representa una opción muy adecuada para aquellas personas que buscan una solución estética, elegante y refinada.
A través de esta tecnología, el conducto recolector del agua está escondido por un revestimiento que presenta una simple hendidura, de la que el agua sale explosionada para unirse al canal. También en este caso el borde puede estar fabricado con variados materiales.
Esta técnica ofrece un sugestivo efecto escénico que crea una continuidad visual entre el agua de la pileta y el entorno que la rodea. Se trata de una solución particularmente indicada para la construcción de piscinas que planeen estar localizadas en paisajes sin límites o importantes desniveles. El nivel del agua de la piscina alcanza el límite de la pared, empujada por el efecto de gravedad hacia el canal que se encuentra debajo.
Este método ha revolucionado el tradicional concepto de desbordamiento, ya que el canal de recolección del agua está completamente recubierto por la pavimentación y el agua desaparece directamente bajo el borde de la piscina. La principal ventaja de esta técnica es que el conducto de recolección queda totalmente tapado y pasa desapercibido ante nuestros ojos.
Esta tecnología revoluciona el clásico sistema de bordes al infinito, que precisa de una pileta de compensación. La patente consiste en un sistema de filtración que prevé la integración de un conducto de recolección del agua mucho más profundo, con el fin de que éste contenga el agua que normalmente debería ser transportada por el tanque de rebose. Este sistema permite eliminar dicho accesorio reduciendo así los costes de fabricación y facilitando al mismo tiempo que las piscinas con skimmer puedan convertirse en piscinas de bordes infinitos.