Sin embargo, sí pueden utilizarse las luces magnéticas, como las que introduce Intex a través de un aparato que puede aplicarse sobre cualquier tipo de pared y adoptando un sinfín de posiciones.
Las lámparas LED magnéticas para pared son eficientes, prácticas y no necesitan cortar el liner de la estructura. Su flexibilidad permite que pueda posicionarse en cualquier parte de la pared de la piscina, pudiendo desplazarse para obtener efectos luminosos diversos y personalizables.
Para mayor seguridad, en el caso de que la parte externa se separe de la interna, esta última flotará sobre el agua sin ningún tipo de peligro, ya que la fuente de alimentación de bajo voltaje (12V) no genera ningún tipo de riesgo para los bañistas. Las luces magnéticas añaden al pack un transformador y un cable de cinco metros.
Gracias a la forma de las lámparas, diseñadas para optimizar la irradiación, este sistema de sólo 3W produce una iluminación de alto rendimiento, similar a la de las luces de 50W. Las luces LED presentan un haz de luz que supera los 7 metros de longitud y los 5 metros de amplitud. Belleza, innovación y sobre todo conveniencia (el coste de un faro se sitúa alrededor de los 65€) convierten a este sistema de iluminación en la mejor solución para piscinas sobre tierra.
La tecnología magnética ha sido concebida para ser utilizada exclusivamente sobre paredes de PVC de 1 milímetro de espesor.
La tecnología alternativa al imán explota la capacidad de flotación de algunos materiales, como los que incorporan las luces flotantes, que funcionan sin hilos y pueden ser colocados donde se quiera. Las luces son impermeables gracias al uso de materiales aislantes y traslucidos, que flotan sobre la piscina y se mueven con el flujo del agua. Las luces LED están disponibles en muchas formas y colores. El reflejo sobre el agua y la iluminación de ciertas áreas pueden convertir la piscina en un espectáculo mágico por un coste inferior a los 100€.