Aunque pueda parecer sencillo, el mantenimiento de la piscina es una tarea que puede resultar compleja si no sabemos muy bien cómo funcionan las partes importantes de la piscina.
Por ejemplo, de manera habitual comprobamos los niveles de la piscina y subimos o bajamos aquellos que lo requieran. Empleamos los productos químicos que la piscina necesita para poder bañarnos de manera segura, pero, aun así, el agua no es transparente o se pone verde de manera muy rápida.
En estos casos, ¿cómo sabemos si el problema se debe al filtro o a otra instalación de la piscina?
Son muchas las partes a las que hay que prestar atención cuando tenemos piscina: la depuradora, el filtro, los sumideros, los productos químicos necesarios para el agua… Por ello, un problema como el comentado puede estar originado por varias circunstancias. En primer lugar, puede deberse a que no hemos echado las cantidades adecuadas de productos químicos. O a que estos no se han distribuido de manera homogénea por el agua porque la depuradora no ha estado funcionando el tiempo que debiera. También puede estar causado por problemas con la bomba de la depuradora, que no funcione adecuadamente. O que el caudal de agua del filtro y la bomba no sean compatibles. O que realmente sea el filtro el causante de que el agua se ponga turbia. Entonces ¿cómo podemos averiguar si el filtro funciona?
En primer lugar, habrá que asegurarse de que el filtro está limpio. Si es de arena, estas deben lavarse de manera regular cada diez o quince días, más en verano, que es cuando se usa la piscina de manera prolongada. Si el filtro está sucio, no hará bien su función, con lo cual pasarán muchas impurezas al agua y esta se tornará sucia y turbia.
Por medio de la válvula selectora realizaremos una limpieza del filtro para limpiar la suciedad del filtro y de los conductos de la piscina.
Si han pasado ya varios años desde que pusimos el filtro, posiblemente haya que cambiar la arena. Revisa el estado en el que se encuentra y cámbiala para que la arena nueva filtre de manera eficaz la suciedad del agua.
Finalmente, si observamos que todas las instalaciones funcionan bien y la arena está en buenas condiciones, tendremos que valorar si el filtro tiene alguna fuga que hace que la suciedad retorne de nuevo a la piscina. Para comprobarlo tendremos que examinar el estado en el que se encuentra el filtro (puede ser que este se haya roto debido a un aumento de la presión) y las válvulas. Si alguna está rota o desgastada estará ocasionando que muchas impurezas, en lugar de quedarse en la arena, se escapen y regresen de nuevo al agua. Ello es peligroso, pues estos gérmenes pueden acarrear problemas de salud para los usuarios de la piscina. De ahí que el filtro tenga que funcionar de manera eficaz.
Si finalmente no logramos localizar el problema, lo aconsejable es ponerse en contacto con empresas especializadas para que descubran la causa por la que el agua se enturbia y se pone verde.