Uno de los aspectos que ayuda a determinar la elección de la escalera es el grado de movilidad de sus bañistas, teniendo muy en cuenta la presencia de mujeres embarazadas, de ancianos o de personas con discapacidad. Además, paralelamente a su naturaleza funcional, la escalera de entrada figura como el accesorio que más revaloriza la estética de la piscina, por lo que este matiz debe ser incluido en la lista de necesidades a cubrir.
La escalera clásica con forma de puente constituye una de las soluciones más adecuadas para las piletas desmontables. Fabricada a partir de acero inoxidable o plástico, cuenta con escalones de amplia resistencia y fácil montaje. Sus características la convierten en un accesorio complementario, económico e ideal para este tipo de piletas, no llegando su coste en muchos casos a los 100 €.
Los modelos tradicionales también pueden ser instalados en este tipo de piletas, garantizando un acceso cómodo y seguro en la piscina. Por lo general suelen estar fabricadas en acero inoxidable, compuestas por escalones antideslizantes y pasamanos anclados al exterior. Configuran una óptima solución para piscinas amplias o con trampolín, pudiendo instalarse en varios puntos de la pileta sin dañar en ningún caso su aspecto estético. El pasamanos es el único elemento que queda a la vista y fuera del nivel del agua, por lo que no constituye un accesorio invasivo. Este tipo de escaleras cuentan con una estructura minimalista, cuyo coste se sitúa alrededor de los 250 € en modelos de tres escalones.
Fabricadas con polietileno y resistentes a los hundimientos y a los rayos UV, este tipo de escalinatas suelen utilizarse en piscinas enterradas. Están conformadas por pasamanos y escalones antideslizantes de diseño muy ergonómico y elegante, pudiendo ser sumergidas en profundidades no superiores a los 130 cm. Su estabilidad depende del lastrado incorporado en el último escalón, por lo que su elección también está muy vinculada a la profundidad en la que se encuentra el punto de inserción. Su precio de compra oscila los 500 €.
Elaboradas con acero inoxidable o fibra de vidrio, las escaleras prefabricadas pretenden convertirse en una extensión de la piscina. De ahí que su estructura se asemeje a la pileta, simulando estar ante un único elemento de construcción. La velocidad de instalación constituye una de las principales ventajas de este tipo de escaleras, con las que el usuario gana tiempo en su montaje y ahorra dinero evitando los gastos básicos de cualquier servicio de albañilería. El abanico de modelos es amplio y heterogéneo , albergando desde las típicas formas rectangulares y triangulares hasta las clásicas escalinatas romanas. El precio de este indiscutible triunfo estético puede variar en función de las dimensiones o del material con el que ha sido construida la escalera.