Por ello, y teniendo en cuenta la amplia gama de modelos que se pueden encontrar actualmente en el mercado, cada vez son más las personas que deciden instalar algún tipo de cascada o fuente, tanto si adquieren una piscina nueva como si ya disponían de ella.
El objetivo de los fabricantes y de las empresas que comercializan estos accesorios es ir evolucionando para adaptarse cada vez más y mejor a cualquier necesidad que pueda presentar el cliente.
Así, en los últimos años se ha apostado por fuentes y cascadas creadas con materiales que ofrecen todas las garantías de resistencia y durabilidad, pero que generan menos impacto medioambiental y estético. Es decir, se consigue que queden completamente integrados en su entorno, lo que proporciona una mayor sensación de bienestar.
Siguiendo esta tendencia, es posible encontrar modelos como:
- Fuente telescópica: Es especialmente versátil porque puede permanecer oculta y emerger al exterior simplemente activando un sencillo mecanismo, lo que multiplica los usos generales de la piscina.
- Fuente con boquillas intercambiables: Se recomienda su instalación cuando se busca que la piscina tenga un uso preferentemente terapéutico, ya que ofrece una amplia gama de posibilidades a la hora de tratar diferentes dolencias –como, por ejemplo, las de cuello o espalda- o, simplemente, si se quiere recibir un masaje relajante.
- Fuentes impulsoras: Suelen incorporar una bomba que impulsa el agua a través de la propia depuradora de la piscina. Normalmente también están disponibles con diferentes boquillas para conseguir el efecto deseado en la instalación.
Foto de Reindesa