Llega la primavera y, con ella, los primeros rayos de sol, que a su vez nos invitan a los primeros chapuzones en la playa o en la piscina. Y con esto del calor, para muchas parejas resulta muy excitante tener sexo en una piscina, placer bajo el agua mientras alrededor hay un montón de personas que se bañan ajenas a lo que está sucediendo, incluidos unos cuantos niños, seguro.
Por muy llamativa que te parezca la idea, incluso si ya lo has hecho en el pasado, tener sexo en la piscina te expone a varios riesgos que es importante que tomes en consideración. A continuación, los más destacables.
Bacterias
Una piscina, al igual que el agua del mar, es una fuente inagotable de bacterias de todo tipo, y no es nada recomendable que expongas tus partes íntimas a ellas, ya que puedes tener una infección importante. De hecho, si además el agua no está muy limpia y tiene la cantidad incorrecta de cloro, pueden aparecerte hongos o una infección de orina.
Dolores
A pesar de que mucha gente pueda pensar que el agua será de ayuda para lubricaros… ¡todo lo contrario! Reduce la lubricación natural, por lo que vuestras zonas íntimas estarán secas y tenderán a irritarse y friccionarse, lo que es bastante doloroso. Además, el cloro puede irritar la vagina después del coito.
Enfermedades de transmisión sexual
A causa de la falta de lubricación, es muy probable que el preservativo se rasgue, y por poco que sea, ya puede dar lugar al contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual. Si aún así lo vas a hacer, ten muy presente una recomendación de los expertos: el preservativo tienes que ponerlo y quitarlo fuera del agua, ya que si lo haces dentro pueden llegar bacterias a tus partes íntimas.
Caídas
Con la pasión que os desbordará en ese momento, por mucho que sea discreta para no dar la nota demasiado, hay muchas posibilidades de que sufráis una caída. Si lo hacéis, que sea en una zona en la que os podáis agarrar o no haya posibilidad de resbalar.
Multas
Por último, si os pillan, lo más probable es que os caiga una multa, ya que es lo que conlleva tener relaciones sexuales en la calle o lugares públicos. De hecho, hay lugares en los que explícitamente está prohibido tener sexo en playas o piscinas.
Ya lo sabes, este veranito, a disfrutar de la piscina con un baño… ¡y nada más!