Conseguir que un cliente quede completamente satisfecho con la instalación de su piscina o spa depende de muchos factores, entre los que destaca ser capaz de aconsejar el mejor material tanto para la fabricación de la piscina como para el liner y los alrededores de la misma.
Y la madera es uno de los más empleados, no sólo porque aporta un toque de distinción en la instalación, sino también porque su mantenimiento es mucho más sencillo de lo que puede parecer y porque se trata de un material cálido y confortable, ideal, por ejemplo, para emplearlo en la pavimentación exterior.
No obstante, hay que tener en cuenta que no se puede emplear cualquier tipo de madera con este fin. De hecho, los profesionales del sector deben tener siempre presente que el material estará permanentemente expuesto a variaciones climáticas de todas las características, además de un contacto constante con el agua y con los diferentes productos químicos que pueden emplearse para el tratamiento de la piscina.
Por ello, y teniendo en cuenta que la madera es especialmente sensible a la humedad, debe recomendarse siempre el uso de maderas tropicales o especialmente tratadas con el fin de evitar que se dilaten o contraigan los tableros por efecto de los cambios de temperatura y la condiciones de humedad.
De entre las maderas tropicales, se suelen valorar especialmente la bubinga, la assamela o la teca –una de las más destacadas porque, además de los aceites naturales que posee y que minimizan notablemente su mantenimiento, es muy resistente a la aparición de hongos-.
También se puede recomendar al cliente el uso de iroco, nyatoh o ipé, que favorecen la instalación de tarimas duras y resistentes pero, a la vez, elásticas y sin ranuras, lo que favorece que no lleguen a agrietarse. Además, el ipé presenta una densidad bastante alta y un bajo coeficiente de saturación, que la protegen de la acción de insectos y termitas.
De la misma forma, cabe la posibilidad de garantizar una durabilidad elevada y un precio muy económico instalando suelos conformados por diferentes compuestos, pero de apariencia casi idéntica a la de la madera. Los tratamientos a los que se someten estos materiales los protegen frente a las condiciones climáticas más adversas sin requerir especiales cuidados de mantenimiento.
FOTO 1: Servituria
FOTO 2: Medio Ambiente E Xardineria Lucense
FOTO 3: Filjod
