¿Cómo detectar fugas en tu piscina?
Artículo revisado por el Comité
En líneas generales hay dos tipos de fugas: las que afectan al sistema de filtrado y aquellas otras que se localizan en el revestimiento de la piscina y que afectan a la propia obra.

Durante el verano, el continuo desarrollo de juegos y chapuzones que tienen lugar en la piscina hace que el nivel del agua de esta disminuya ligeramente. Todo ello entra dentro de la normalidad, pero hay ocasiones en las que la pérdida de agua es importante, hasta tal punto de que tenemos que confirmar el nivel de la piscina cada pocos días. En este caso, lo más probable es que tengamos una fuga, uno de los mayores temores de los dueños de las piscinas.
En líneas generales hay dos tipos de fugas: las que afectan al sistema de filtrado y aquellas otras que se localizan en el revestimiento de la piscina y que afectan a la propia obra. Estas son las más complicadas de localizar. Por ello, son la pesadilla de todos aquellos que tienen piscina propia.
¿Cómo la confirmamos?
Hay varios métodos para confirmar si tenemos una fuga, pero quizá el más evidente sea la conocida como prueba del jarrón. Consiste en rellenar un recipiente de cristal con agua y piedras y colocarlo en un escalón de la piscina. Después señalaremos el nivel de agua dentro del recipiente y fuera del mismo, niveles que deben coincidir. Al cabo de 24 horas comprobaremos el recipiente. Si el nivel que hemos señalado fuera es menor al que presenta el recipiente (con una diferencia mayor a 1 cm), estaremos ante una fuga.
Si no tenemos recipientes de vidrio, podemos señalar el nivel que tiene nuestra piscina por medio de la colocación de cinta adhesiva en alguna de las paredes y comprobarla pasadas 24 horas. Si el nivel ha bajado más de 1 cm, tendremos una fuga.
¿Cómo la localizamos?
Una vez hemos confirmado que nuestra piscina tiene una fuga, tendremos que ponernos manos a la obra para encontrarla y repararla lo antes posible. Pero ¿cómo la localizamos?
Lo primero que haremos será desconectar el sistema de filtrado y observar el punto en el cual comienza a descender el agua. Si vemos que el agua se queda a la altura del skimmer o de la caja de luz, es probable que allí se localice nuestra fuga. Por tanto, tendremos que revisar las cajas de luz o los skimmers hasta dar con ella.
Si, por el contrario, el agua continúa descendiendo, deberemos prestar atención al desagüe. En este caso tendremos que ver, además, si el agua desciende a pesar de no estar puesta la bomba, ya que eso nos indicaría dónde tendremos que centrar nuestra reparación. Pero también puede pasar que la fuga se constate cuando la bomba esté funcionando. Ello requerirá que examinemos a conciencia el sistema de recuperación del agua, ya que posiblemente allí esté el problema.
En otras ocasiones puede ser que veamos cómo surgen pequeñas burbujas del agua que discurre por las líneas de recuperación. Ello puede ser síntoma de que el problema está en el sistema de filtrado, por lo que será en ese lugar donde tengamos que actuar.
A pesar de todo lo anterior, puede darse el caso de que no seamos capaces de localizar la fuga. Suelen ser situaciones en las que la fuga se encuentra en la estructura de obra de la propia piscina, por lo que su documentación es muy compleja. Es aquí cuando tendremos que llamar a una empresa especializada, que buscará el problema y le pondrá solución de la manera más rápida posible.