El cuarto de baño ya no es la estancia olvidada dentro de la decoración del hogar. Se ha convertido en pieza fundamental por ser el lugar en el que desarrollamos algunas de las actividades más placenteras de nuestro día a día. Esta evolución da un paso de gigante con la incorporación de los sistemas de hidromasaje y spa diseñados para uso doméstico.
Para disfrutar de los reconfortantes beneficios propios de un balneario no hay ni que salir de casa. Modernos sistemas de propulsión incorporados a bañeras y duchas, efectos de iluminación y tonalidades en paredes y suelos, junto a accesorios decorativos (plantas, aromas, ambientación musical relajante y envolvente), son elementos que convierten el momento del baño en toda una experiencia renovadora.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la diferencia entre hidromasaje y spa. El hidromasaje (que también puede instalarse en duchas) es un sistema de boquillas que expulsan una mezcla de aire y agua a una presión regulable que proporciona un efecto masaje en la zona del cuerpo elegida. Mientras que el spa son unos orificios situados en el fondo de la bañera que expulsan aire seco con resultado de un masaje más suave y relajante. Un jacuzzi es un hidromasaje, solo que se ha generalizado el nombre de la primera marca comercial que los distribuyó en EEUU, en los 70.
Dada la creciente demanda de estos sistemas, sus precios se han ido abaratando y hoy son accesibles a cualquier bolsillo. Desde luego, los hay que incorporan todo tipo de novedades como dispositivos manuales para regular de forma automática temperatura y presión de los chorros, sistemas de depuración del agua, grifos con mayor caudal, etc. Hay modelos básicos o incluso, fórmulas que no precisan de obras como una especie de "alfombras" articulada con multitud de orificios conectada a un motor que calienta el aire y regula el ozono, con varios programas de masaje, de efectos similares a los instalados de manera fija.
Un aspecto desagradable a tener en cuenta es que algunos sistemas generan un murmullo molesto. Para evitarlo, existen sistemas acústicos y térmicos que se pueden instalar. Otro punto importante a tener en cuenta es que para la perfecta conservación de los motores es recomendable su uso al menos una vez al mes.
Foto: Piscines La Noguera
