Muchas veces quienes disfrutan de una piscina en casa, sólo se acuerdan de su mantenimiento poco antes de los meses de verano que es cuando quieren comenzar a hacer uso de ella y se encuentran con el agua verde, llena de hojas y suciedad, filtros estropeados, etc.
Para que una piscina nos dure por muchos años, debemos darle el mantenimiento adecuado durante todo el año.
Cuando termina el buen tiempo, y con él la temporada de baño en la piscina, nos preguntamos qué hacer para mantener la piscina en buenas condiciones para seguir disfrutando de ella el próximo año.
¿Debemos vaciarla o mantener el agua en ella?
Vaciarla tiene más desventajas que ventajas, la principal y dado los tiempos que corren, son muchos los litros de agua que desechamos, lo cual no es nada recomendable. Igualmente tendríamos que limpiar la piscina completamente, paredes y suelo.
Además, al tener la piscina vacía, se corre mayor riesgo de que salgan grietas y roturas de la estructura.
Entonces, ¿Qué es más recomendable hacer?
Cuando comienzan los meses de inactividad hay que proceder a la hibernación de la piscina.
Esto es, en primer lugar, revisar que el agua esté en buenas condiciones antes de añadir un producto específico de hibernaje.
Además de esto, se deben realizar otras acciones como limpiar el filtro de la piscina, retirar el limpiafondos y dejar protegidos del frío los aparatos sensibles, como las bombas o electrolisis.
Hay que ajustar los niveles de cloro y el ph del agua y la alcalinidad, pues hay que evitar la aparición de microorganismos que harán que el agua se vuelva turbia.
Si el agua ya está sucia, lo que significa que han proliferado algas y microorganismos, debemos realizar un tratamiento especial de choque antes de la hibernación.
Una vez que nos aseguramos de que el agua está con los correctos niveles de ph y cloro, se puede proceder a añadir el producto de hibernaje, cuya cantidad dependerá del tamaño de la piscina y cantidad de agua en ella.
Es muy importante, colocar después una cubierta en la piscina para evitar que la luz del sol permita la aparición de algas en el agua.
Estas cubiertas o cobertores de piscina deben de ser de un material muy resistente, generalmente en tela de PVC y deben de quedar bien fijadas en las orillas de la piscina, por un lado, para que no pueda levantarse con el viento, y por otra parte, y no menos importante, por seguridad, para evitar que algún menor o mascota caiga accidentalmente a la piscina.
Otro tipo de cubierta de piscina son los cobertores automáticos, tipo persiana, que funcionan con un motor que permite cubrir y descubrir la piscina de forma automática, lo que significa una gran ventaja en cuanto a comodidad. Igualmente son bastante resistentes y seguras.
Si la piscina se encuentra en un lugar donde los inviernos son muy fríos y se corra el riesgo de que el agua se congele, hay que dejar el nivel del agua por debajo del nivel de los skimmers, con esto evitaremos que el agua al congelarse se dilate y la presión provoque que aparezcan grietas en la piscina.
También es recomendable usar flotadores especiales de hibernación, que evitan el exceso de presión.
Para una correcta hibernación y poder seguir disfrutando de la piscina por muchos años, consulte a un profesional de confianza, que le asesorará en todo momento.
