Con el paso del tiempo, el ritual del Hammam se ha beneficiado de la evolución tecnológica, convirtiéndose en una de las prácticas más extendidas dentro y fuera del ámbito privado. El tratamiento se lleva a cabo en un ambiente en el que la humedad se sitúa en el 90 y el 100% y la temperatura oscila entre los 40 y los 60 ºC. A temperaturas no excesivamente elevadas, la sudoración es menos intensa respecto a la de la sauna, permitiendo una permanencia mucho más prolongada.
El Hammam favorece la circulación, la purificación de la piel y tiene un efecto tonificante y relajante. Son necesarios muy pocos dispositivos para instalar un Hammam original y beneficiarse de sus propiedades.
Para recrear el ambiente ideal es importante escoger los materiales adecuados, utilizando siempre superficies aislantes con revestimientos capaces de frenar la condensación. Es importante evitar la dispersión del calor para reducir los costes y mantener una temperatura constante, reduciendo las cristaleras en el diseño final.
Las instalaciones prefabricadas con medidas predefinidas permiten la integración de este tipo de ambientes en cualquier casa y a precio reducido. Entre los componentes principales se encuentran el generador de vapor, la puerta estanca, las luces y la grifería. También pueden añadirse complementos de cromoterapia y aromaterapia o incluso decorar el techo con estrellas.
A la hora de escoger los colores no sólo deben seguirse las tendencias estéticas, si no que es importante considerar los efectos que éstos pueden producir sobre nuestras emociones y sensaciones personales. La simbología del agua está asociada a colores como el azul, que inducen a la tranquilidad y a la meditación, aunque si los incorporamos a nuestro Hammam corremos el riesgo de reducir la percepción de calor y de ahí que sea fundamental recurrir a tonalidades más coloridas.
El generador eléctrico debe estar colocado en una estructura perfectamente aislada y de fácil inspección, ya que de esta forma puede garantizarse su correcto mantenimiento. Los modelos domésticos presentan dimensiones más reducidas, para una o incluso tres personas. Se puede simplificar el cálculo considerando necesario 1 kilovatio por cada metro cúbico. Es importante seleccionar dispositivos que puedan activarse mediante mando a distancia.
Este tipo de instalaciones valorizan los servicios que puede ofrecer cualquier casa, dando lugar a un increíble lugar de bienestar que puede convertirse en la mejor de vuestras inversiones. En algunos casos puede combinarse el baño turco con la ducha y la sauna, obteniendo el máximo beneficio de este tipo de tratamientos a un precio muy apropiado.