La cubierta residencial es la cubierta perfecta para aquellos que quieran disfrutar de la piscina todo el año. Debido a sus dimensiones (que se adaptan a sus preferencias y las medidas del jardín), las cubiertas residenciales, permiten estar de pie alrededor de la piscina. Además, mantienen el agua limpia y facilitan el mantenimiento de la piscina.