- Un sistema de tratamiento del aire que prepara el gas que se va a suministrar al generador de ozono.
- Otro sistema propiamente para la generación del ozono. Se trata del elemento principal del sistema, que permitirá que el oxígeno tratado se convierta en el ozono que se necesita.
- Y un último complemento preparado para mezclar el ozono con el agua a tratar. Es en este punto cuando se realiza la purificación.
Este sistema es de fácil instalación y uso. Puede colocarse tanto en piscinas de nueva construcción como adaptarse a aquellas ya existentes.
Para instalar un generador de ozono sólo se precisa tener un pequeño espacio libre para su colocación cerca de la piscina. El purificador deberá instalarse justo al lado del filtro.
En el mercado existen generadores de ozono para spas que producen aproximadamente 300mg de ozono por hora. Por otro lado, los generadores para piscinas, producen de 3 a 16 gramos de ozono/hora. Se trata de sistemas fiables en cuanto a la limpieza del agua y, además, son duraderos y no precisan de mucho mantenimiento.
Los generadores de ozono para la purificación del agua están dotados de un panel de control, fácil de activar y entender. Es un sistema totalmente automático, tanto en su funcionamiento como en las dosis de ozono generadas. De hecho, una vez instalado, no tiene por qué volverse a manipular: no hay que vaciar ningún contenedor de residuos, ni modificar o controlar las dosis…
La calidad del agua mejora considerablemente al usar la purificación por ozono. Se trata de un sistema mucho más seguro que el tratamiento por cloro.
- Reducción del uso del cloro y, por tanto, reducción de sus inconvenientes.
- Mejora de la capacidad de filtración. Gracias a ello, no será necesario limpiar el filtro de la piscina tan a menudo.
- Menos gastos de agua, ya que se mejorará su calidad y no será necesario cambiarla.
- El ozono oxida la materia, tanto orgánica como inorgánica, que existe en el agua. Y lo consigue sin la necesidad de productos poco deseables, como el cloro, causante de fuertes olores y posibles irritaciones en piel y ojos.
- El ozono es un desinfectante más potente que el cloro, a pesar de ser menos agresivo.
- De la ozonización se obtiene un agua más clara y transparente, nunca turbia o de color amarillento o verdoso. Además, no requiere reajuste del pH (al contrario que con el cloro), ya que éste no se ve afectado.