Desde principios de los años ochenta hasta hoy, nuestra sociedad ha experimentado una constante búsqueda del bienestar y aprovechamiento del tiempo de ocio, junto con la preocupación por la estética y los hábitos saludables. Todo esto ha favorecido a que se haya generado un auge de la cultura del agua y de todos los elementos relacionados con el mundo del Spa.
Toda esta "cultura del agua" es la que ha provocado la instalación de espacios de Spa y Wellness en hoteles, en centros deportivos y comerciales, a la vez que ha provocado la modernización y proliferación de los balnearios y la creación de los llamados balnearios urbanos. Estos últimos han experimentado un aumento importante debido a la cercanía que ofrecen, el factor tiempo, pues ya no es necesario disponer de varios días para disfrutarlo. Según los analistas de Spa Zinder, firma norteamericana especializada en balnearios y Wellness, el negocio del agua genera 50.000 millones de dólares –más de 38.000 millones de euros– al año a escala mundial.
Los centros de Spa y Wellness españoles contaron en el año 2007 con cerca de seis millones de usuarios, un aumento del 12% respecto al año anterior, según informaciones de la Asociación Española de Balnearios Urbanos y Spas (AEBUS). Estas cifras ponen de manifiesto la expansión en la que se encuentra este tipo de oferta de ocio, que ha experimentado en España un aumento del 88% durante la última década.
Es importante que el sector de la cultura del agua, al que se le puede asociar con el malgasto y falta de compromiso con el medio ambiente, trabaje en la correcta transmisión, de inculcar a los compradores las técnicas adecuadas para un mantenimiento responsable del spa o de la piscina.
Aunque el sector del Wellness en España es todavía muy joven, su implantación ha traído consigo un cambio de tendencia en los hábitos de vida de los españoles.
Foto: Piscinas y Spas Ecer