A la hora de determinar cuánto supondrá abrir la piscina durante los meses de verano se han de tener en cuenta varios elementos que influirán de manera significativa en el importe y que se valoran de manera anual.
Estos elementos no son iguales en todas las regiones, es decir, no todas las ciudades exigen los mismos requisitos a la hora de abrir una piscina comunitaria, puesto que la apertura de las piscinas es una actividad regulada a nivel municipal y autonómico. Por ello, habrá cuestiones que incidirán, o no, en el presupuesto comunitario de la piscina en función de la comunidad autónoma en la que nos encontremos.
Pese a ello, podemos establecer una serie de factores que son coincidentes en todas las administraciones encargadas de regular la apertura de las piscinas comunitarias y que determinan gran parte del gasto que deben soportar estas instalaciones:
- La profundidad no puede ser superior a 3 m en el caso de las piscinas de adultos y 0,60 m en el caso de las piscinas infantiles.
- El pavimento que rodea la piscina debe ser antideslizante.
- Por razones de higiene, cada piscina tiene que tener, al menos, dos duchas.
- La piscina debe contar con un botiquín y con una zona destinada a vestuario y aseos.
- Debe informarse a los vecinos del horario de apertura y de cierre, así como del número máximo de personas que pueden hacer uso de las instalaciones y de las normas que regula el baño en el seno de esa comunidad. Además, esta información debe ser accesible y estar colocada en un lugar visible para la consulta de todos los vecinos.
Estos son los requisitos mínimos que toda comunidad de vecinos debe tener en cuenta para contabilizar el gasto que supone la apertura de la piscina. Pero hay otros que, sin ser obligatorios en todas las comunidades, sí se consideran recomendables, por lo que deberían tenerse en cuenta a la hora de calcular el gasto. Entre ellos, destacamos los siguientes:
- La contratación de un seguro. Las empresas aseguradoras se basan en la antigüedad de la piscina para proporcionar el importe de dicho seguro. Si la piscina tiene más de 40 años, al precio del seguro habrá que incluir el del perito que enviará la compañía para valorar la situación de la instalación. También tienen en cuenta la ciudad en la que se encuentra la piscina, así como si el seguro se quiere contratar con o sin franquicia y las coberturas que deseamos incluir. Hay ciudades cuyo precio es mayor que otras, donde el importe del seguro es bastante más bajo. Con todo ello, y en función de lo anterior, la diferencia entre el importe del seguro de una piscina y de otra puede variar de manera significativa, oscilando entre los 500 y los 15 000 euros.
- Mantenimiento de la piscina. Nos referimos a los trabajos que, de manera, excepcional deben llevarse a cabo diariamente durante los meses en los que la piscina está abierta, es decir, en verano. Por ello, según el tamaño de la instalación, el mantenimiento puede suponer entre 150 y 500 euros más en nuestro presupuesto.
- La contratación de socorristas. Aunque parezca increíble, no es un requisito obligatorio en todas las comunidades autónomas. A pesar de ello, como el seguro, es sumamente aconsejable. La contratación de este servicio, que puede alcanzar los 5 000 euros, debe contabilizarse en el gasto de la piscina.
- Trabajos de mejora o reparación. Cuando se cierra la piscina deben acometerse una serie de trabajos para reparar posibles daños acaecidos durante el estío o para preparar la instalación con vistas a la invernación de la piscina. Estos trabajos pueden suponer un incremento importante en el caso de que haya que cambiar algún elemento importante o realizar alguna reparación necesaria. De este modo, podemos hablar de un gasto adicional que podría oscilar entre los 150 y los 1 000 euros.
Con todos estos datos, podemos establecer una aproximación bastante detallada de lo que supone abrir la piscina de nuestra comunidad durante la temporada de verano.