Se acerca el verano y cada vez son más aquellos a los que les gustaría disponer de una piscina para disfrutar aún más del buen tiempo. El inconveniente principal es que no todo el mundo dispone de un espacio en su jardín para poder instalarla pero, afortunadamente, también cabe la posibilidad de ubicarla en una azotea o terraza.
Para ello, hay que tener en cuenta una serie de requisitos fundamentales que deben ser respetados rigurosamente para evitar cualquier problema.
- En primer lugar se tiene que analizar la estructura del edificio en general y de la terraza en particular. Para ello, hay que ponerse en contacto con un ingeniero o un arquitecto debidamente cualificado que realice las correspondientes pruebas de resistencia del suelo sobre el que se quiera instalar.
- También hay que valorar la antigüedad del edificio, ya que es posible que los materiales con los que fue construido se hayan podido deteriorar con el paso del tiempo y, aunque no se ponga en duda su durabilidad y resistencia absoluta, la inclusión de una piscina, por muy pequeña que sea, puede suponer un riesgo.
- Una vez realizados todos los cálculos, es el propio arquitecto o ingeniero el que deberá informar sobre el peso máximo que puede soportar la terraza y, en consecuencia las medidas que deberá tener la piscina o el material con el que podrá fabricarse.
- Es imprescindible, igualmente, respetar el volumen máximo de agua aconsejado por el profesional que haya realizado el estudio –habrá tenido en cuenta el peso de la estructura de la piscina y del agua, además del peso medio de los bañistas y el movimiento que se produce con su entrada y su salida de la instalación-.
- Por otra parte, conviene asegurarse de que no sea necesario ningún tipo de permiso por parte de la comunidad de vecinos para su instalación ya que, en algunos casos, podría considerarse alteración de la fachada y requeriría la aprobación por parte del resto de los propietarios.
- Es entonces cuando se podrá contactar con una empresa especializada en la fabricación y comercialización de piscinas. El objetivo es que sean expertos en la materia los que informen sobre las diferentes posibilidades que hay en el mercado –piscinas de obra, prefabricadas, desmontables, de hormigón, con liner, etc.- para que el cliente pueda elegir la que mejor se adapte tanto a las condiciones requeridas como a sus gustos y necesidades.