Durante el embarazo se complica la práctica ejercicio, debido al aumento de peso y los cambios que sufre el cuerpo. Pese a ello, sigue siendo muy beneficioso para eliminar líquidos y preparar los músculos para el parto. La natación se convierte en un deporte muy completo y relajante para las embarazadas con el añadido de ser un ejercicio de bajo impacto que no requiere de un gran esfuerzo. El bebé es el otro gran beneficiado de este tipo de actividades.
Aunque depende de cada caso, muchos médicos suelen recomendar que los primeros meses se practique deporte de baja intensidad y sin forzar demasiado, e incluso, que se deje de practicar si el embarazo es de riesgo o puede presentar complicaciones. Pese a ello, la natación se convierte en una vía de escape para muchas embarazadas que encuentran múltiples beneficios en su práctica. Véamos algunos de ellos;
- Es un ejercicio aeróbico que transporta sangre y oxígeno de forma eficiente, de manera que también contribuye a una buena salud del bebé. Esta buena circulación también evita varices e hinchazón para la madre.
- Está demostrado a través de varios estudios - como el del Centro Nacional de Información sobre Biotecnología avanzada, ciencia y la salud - que la práctica de la natación durante el embarazo previene partos prematuros y bebés con malformaciones congénitas.
- Es una buena forma de ejercitar los músculos sin que las articulaciones sufran debido a la gravedad del agua que actúa como sostén para el cuerpo de la embarazada.
- Si se practica natación la embarazada podrá controlar su peso.
- El hecho de practicar actividad física aumenta el nivel de resistencia y energía de las embarazadas, a la vez que les ayuda a dormir mejor.
- Se eliminan tensiones, tanto físicas como psicológicas muy comunes durante los meses de gestación.
- Libera tensión del nervio ciático y la zona pélvica.
Precauciones
Para un ejercicio sin riesgos, hay que tener en cuenta unos sencillos consejos:
- Consultar con el ginecólogo antes de realizar ninguna actividad física.
- Ducharse antes de meterse en el agua para evitar cambios de temperatura.
- Entrar por las escaleras lentamente y de espaldas.
- No realizar esfuerzos que supongan más de 140 pulsaciones/minuto.
- Evitar los buceos prolongados.
- Intentar realizar la actividad en compañía de alguien por si surgiera cualquier imprevisto.
- Calentar antes de empezar a nadar.
- Se deben evitar los baños calientes, saunas e hidromasajes.
Estilos de natación recomendados
Pese a que la natación es un deporte beneficioso para la mujer embarazada, se debe saber cómo practicarlo y es que no todos los estilos son óptimos para este periodo.
- El estilo mariposa se debe intentar evitar ya que puede ser peligroso para el cuerpo de la embarazada.
- En cambio, el estilo pecho es el más recomendado puesto que ejercita músculos necesarios durante el embarazo, los aductores y abductores.
- El estilo espalda también es beneficioso para liberar tensiones que muchas veces se acumulan, sobre todo en la zona lumbar.
- El croll por su parte favorece al ritmo respiratorio y la coordinación neuromuscular, por tanto es otro estilo aconsejado para las futuras madres.
Además del nado , existen otros ejercicios favorables para practicar durante el embarazo dentro del agua;
- Bicicleta. Sentada sobre los flotadores y con la espalda erguida, simular estar montando en bicicleta mientras se mueven las piernas con movimientos circulares.
- Caminar dentro del agua, hacia adelante y hacia atrás, intentando mantener la columna bien recta.
- Relajación. Con un flotador debajo de las rodillas y otro bajo el cuello, se debe elevar el cuerpo cara arriba y relajar los músculos, quedando a flote.